Motivos por los que el Papa
no ha venido a México
El Papa Francisco no ha querido venir a México por
varios motivos: el caso de los 43 normalistas desaparecidos
de Ayotzinapa y el de la corrupción y la impunidad que
nuestro gobierno mantiene para sostenerse en el poder.
Todo ello en detrimento de los mexicanos más pobres. |
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Es un hecho real que el Papa Francisco no consideró venir a México debido a que nuestra iglesia se man- tiene a la zaga de los requerimientos que los fieles necesitan; responsa- bilidad absoluta de los obispos y cardenales que se han coludido de alguna manera con el gobierno federal y con algunos de provincia, provocando con ello la baja de estimación que el pueblo tiene sobre la iglesia católica, llevándolos a migrar hacia otras iglesias o bien, a dejar de participar en las ceremonias del catolicismo, lo que aún con ello, se mantiene como el credo mayoritario dentro de la fe de los mexicanos. Hay 72% de católicos en México y más del 80% de ellos no va a misa regular- mente porque les enfadan los sermones falsos y exagerados de los curas y obispos.
 Hay quienes han dicho -José Agustín Ortiz Pinchetti,(La Jornada IX-27-2015) entre otros- que: “El hecho de que no incluyera a México en ninguna de sus gira a América Latina ha provocado especulaciones. El nuncio apostólico Christophe Pierre, ofició una misa en navidad ante los padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Bergoglio ha tenido conversaciones con sacerdotes progresistas mexicanos y ha expresado que no desearía para su propia patria lo que en México está sucediendo. Y que hay tensión entre el Vaticano y Los Pinos, y una resistencia vaticana en legitimar a Peña Nieto, a diferencia de los Papas que favorecieron a Salinas de Gortari y a los presidentes panistas.” Se agrega que: “La corrupción del actual gobierno -en México- y el crecimiento de la miseria y la impunidad, seguramente tienen descorazonado a un pontífice reformista como lo es Bergoglio”.
La fe de los fieles se agota cuando la esperanza muere, cuando los milagros sólo son para los ricos y pudientes; ellos gozan de las canonjías de la iglesia y van regularmente a los templos para participar de las ceremonias religiosas. No sólo las desgracias socioeconómicas derivadas de los pésimos y corruptos gobiernos descorazonan a la gente, también la actitud prepotente, vana y muchas veces belitresca de personajes como el cardenal y arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez y el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, estos personajes excéntricos y mal hadados, han dejada tirada en el camino a la iglesia que representan; se han coludido con autoridades deshonestas para engañar a los más pobres y han encubierto miles de casos graves de abusos sexuales contra jovencitas, señoras y muchachos, sin olvidar los miles de casos de pederastia contra la niñez mexicana, echando a perder la vida de miles de familias. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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